sábado, 5 de mayo de 2012

Diviértete "Googleleando"



“- Redactad un informe sobre (…)  y recordad ampliar la información buscando en otras fuentes”

Lo más probable es que todos hayamos oído esa frase o puede, incluso, que la hayamos empleado.

En estos casos los alumnos responden de la manera que esperamos, aunque no siempre la que desearíamos.

Los estudiantes escriben el tema a trabajar en un buscador de Internet y van escogiendo aquellas páginas que les proporcionen una información más acertada.

Nosotros esperaríamos que aparte de Internet recorrieran bibliotecas en busca de libros, periódicos, revistas… Pero si tenemos que escoger, al menos que aprendan a seleccionar datos en Internet y, por ello, nos conformamos.

Es así como la mayoría de alumnos terminan en Google, el buscador de información en Internet más conocido y recurrido.

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Por "warrantedarrest"
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Muchos profesores se enfadan y odian esta herramienta porque los alumnos tienden a centrarse en una única fuente de información, un único motor de búsqueda, una única estrategia.

No obstante, hoy no nos centraremos en la búsqueda de información ni en las herramientas que se destinan a ello, sino que venimos a hablar de los beneficios que puede aportar a nuestras escuelas y estudiantes el empleo de Google.

Cuando pensamos en este buscador sólo le vemos utilidad como motor de búsqueda, que derivará en miles de resultados entre los cuales deberemos escoger el que más nos convenga para conseguir nuestro fin. Pero… ¿no habéis entrado en Google alguna vez y habéis observado que el nombre del buscador se presentaba de una manera diferente? ¿Si poníais el cursor sobre él no se os daba una información de un momento determinado? ¿Si clicabais encima no os redirigía a una página con información más extendida sobre ese dato?

Pues bien, esas distintas formas de representar el logotipo de Google se llaman Doodles, y estos son una manera de adquirir conocimientos variados de muchos temas. Así pues, por qué no emplear esta opción que nos proporciona para transmitir a los alumnos otras actividades, otras búsquedas… ya sea sobre nacimientos, fechas, artistas, científicos…

La próxima vez que mandemos a un alumno un informe,  y estando en clase observemos que el logotipo de Google ha cambiado, por qué no nos planteamos en acercarnos a esos datos novedosos, que muchos no conocemos, para APRENDER, sin pensar si se corresponde con el contenido del currículum o si es divertido o no, sólo por CURIOSIDAD, sólo por SABER más.

Incitemos y enseñemos a los alumnos a aceptar la oportunidad que nos ofrece Google para ampliar nuestros conocimientos y enseñemos también que no se les va a evaluar por el hecho de sentir curiosidad, hacer clic, leer, aprender y luego compartirlo. Enseñemos que si les gusta un tema que han descubierto, que nos lo expliquen. Y si mañana descubren uno nuevo, que lo expongan también.

Hay momentos en los que merece la pena enseñarles a los alumnos que aunque en el colegio se evalúe por cada paso que des… una vez fuera de esas paredes, todo lo que aprendas será evaluado sólo por ti, y únicamente si quieres… porque, al fin y al cabo, el aprendizaje es una manera de crecer como persona no de calificar tu inteligencia o tus méritos.

Así que espero que en vuestras clases empléis los recursos que se os ofrecen, aunque estén a tu alcance en un clic.

Nosotras lo haremos, aunque éste recurso sea un Doodle interactivo plagado de juegos y diversión… porque señoras y señores… eso debería ser la escuela: un lugar donde disfrutar aprendiendo.


Tania y Valeria




domingo, 29 de abril de 2012

Perdiendo lectores


“Había una vez en un país muy, muy lejano…”

¿Quién de nosotros no ha escuchado esa “típica” frase siendo pequeños?

¿Quién de nosotros no recuerda aquellos días en los que exigíamos oír un cuento de aventuras, de princesas, de dragones…?

¿Quién no recuerda la sonrisa que aparecía en nuestro rostro tras la expresión “Y fueron felices…”?
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Si echamos la vista atrás, posiblemente, todos coincidiremos en afirmar que cuando éramos niños nos interesábamos por esas historias que se inventaban nuestros familiares, esos cuentos que encontrábamos en los libros…, y gracias a los cuales llegábamos a deleitarnos con la lectura. Recordando esos momentos nos damos cuenta que una gran parte de ese placer por una buena narración se debe a la fantasía, creatividad e imaginación que nos caracteriza cuando somos pequeños, produciendo que nos aficionemos por la lectura y nos convirtamos en pequeños lectores en potencia.

Sin embargo, lamentablemente, con el paso del tiempo, ese gusto y afición por la lectura a poca gente le perdura.

¿Cuál es la causa?

¿Cuál es la razón por la que muchas personas pierden el interés por los libros?

Sin ninguna duda, si nos paramos a pensar daremos con numerosas respuestas: los amigos, la escuela, la sociedad... Y un sinfín más. No obstante, desde el punto de vista educativo creemos que, principalmente, son dos los factores que propician esta situación:

1. El entorno.
2. Las tecnologías.

En primer lugar, observamos que en la mayoría de ocasiones desde las escuelas y desde el entorno familiar no se fomenta adecuadamente este hábito. El colegio lo plantea como una obligación en lugar de cómo una oportunidad para aprender y disfrutar trasladándose a mundos remotos e imaginarios o sintiéndose parte de una historia. La familia, en muchos casos, o insiste demasiado en la lectura, provocando que éste llegue a aborrecerla; o ignora este hábito y no se lo presenta desde la infancia. ¡Busquemos el término medio, por favor!

En segundo lugar, en la actualidad ya es un hecho que la mayoría de jóvenes prefieren mil veces conectarse a sus dispositivos móviles o a sus ordenadores antes que sentarse y disfrutar de un buen libro.

En cierto modo, esto último no resulta tan extraño, pues cada vez son más los jóvenes que desafortunadamente necesitan desconectarse del mundo: problemas familiares, personales, escolares, sociales… ¿qué niño no ha oído hablar de la crisis e incluso tiene una vaga o, incluso, calara idea de lo que es?  

Esto hace que las nuevas tecnologías se presentan como una vía de escape ante el movimiento y velocidad de la sociedad, el estrés, las preocupaciones…, ya que éstas no exigen una gran concentración, se trata de hablar con los amigos como lo haces cara a cara pero sin mirarles a los ojos, de jugar a matar marcianitos o de recaudar los impuestos de las casas de tu “ciudad”. Por el contrario, los libros exigen una mínima concentración para comprender qué estás leyendo, entender por qué el protagonista no corre cuando le persiguen o por qué ese es el culpable y no otro; por no hablar que en ocasiones el mundo de los libros es tan idílico o activo, lleno de aventuras y universos mágicos, que los jóvenes prefieren el que hay en las páginas en lugar del que hay en la realidad, provocando frustración y desaliento y prefiriendo cerrar el libro para no entristecerse más.

Pero el problema no se queda sólo ahí, pensemos que cada vez es más caro adquirir un libro, los precios suben y el capital del ciudadano de a pie no aumenta, muchos padres aunque en un principio les inculcaron el ánimo lector a sus hijos no pueden permitirse comprarles cada mes un libro.

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Nuestra labor como futuros maestros es mostrar que si no se puede comprar un libro y quieres leer, existen bibliotecas a las que… ¡no hay que tener miedo! Que en Internet hay diversión y distracción y puede ser un hobby, por qué no, pero hay muchas más cosas en la vida de las que disfrutar y la lectura es una de ellas.

Por ello, fomentaremos la lectura y si el problema es el papel… leeremos en e-books, porque aunque pueda parecer que mostramos las tecnologías como enemigas de los libros, también intentan que estos perduren.

Fuera el miedo a los libros, a las bibliotecas y a las tecnologías. No permitamos que las novedades arrasen con lo que nos hizo felices en el pasado, aprendamos a aceptar lo que fue, lo que es y lo que será, encontremos el punto medio y disfrutemos combinando todos los placeres que nos aporta la sociedad actual.


Tania y Valeria

domingo, 22 de abril de 2012

Más allá de la tecnología

Si revisamos el currículum de Educación Primaria podemos observar que los alumnos durante esta etapa deben adquirir una serie de competencias, entre las cuales se encuentra: "Tratamiento de la Información y Competencia Digital". A través de ésta se pretende que los alumnos, haciendo uso de las tecnologías, desarrollen la habilidad de buscar, interpretar, analizar y reelaborar información proveniente de diversas fuentes, con el objetivo de que ellos mismos construyan su propio conocimiento y obtengan una visión crítica acerca de la gran cantidad de datos que reciben cada día.

Sin duda alguna, en estos tiempos que corren, esta competencia es útil y necesaria si no queremos tener una ingesta excesiva de información. No obstante, y a nuestro modo de ver, mediante ésta se debería de trabajar también  un aspecto igual de importante: “aprender a vivir sin las tecnologías”.

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Por Alex E. Proimos
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En la actualidad, es asombroso y preocupante analizar cuántas horas al día pasan los niños y adolescentes delante de un ordenador, de una consola, etc… Aunque resulta más alarmante comprobar, que la inmensa mayoría de ellos se aburren si se les priva de estos aparatos electrónicos. Y es que: ¿cómo puede aburrirse un niño?; ¿dónde queda la creatividad y la imaginación característica de estas edades?; ¿qué ha sido de ella?.

Del mismo modo, debería preocuparnos lo que está ocurriendo a raíz de los nuevos dispositivos móviles. Antes había una barrera entre Internet y las personas, ya que si no disponías de un ordenador, a poca gente le salía rentable conectarse desde sus móviles; como podemos comprobar fácilmente a nuestro alrededor, esta barrera ya ha sido superada.

De este avance tecnológico, por supuesto, se derivan consecuencias positivas. Sin embargo, queremos resaltar un aspecto muy negativo: las personas parecemos hipnotizadas por nuestros móviles, parecemos totalmente dependientes de ellos. La inmensa mayoría  se pasa el día conectado a su teléfono particular, incluso cuando quedan con sus amigos, o cuando están de viaje, no hay descanso, el móvil siempre está en sus manos.

Ante esta situación, muchos jóvenes y adultos absortos por éstos, empiezan a olvidarse de la gente que les rodea, empiezan a olvidar la importancia de relacionarse y de comunicarse con alguien cara a cara.

Como ya hemos comentado, en esta era de la información es imprescindible que todo niño desarrolle las capacidades necesarias para manejarse con las nuevas tecnologías y con la gran cantidad de información que nos desborda. Pero es igual de importante y necesario que desde las escuelas y desde las familias se fomente en los jóvenes un pensamiento crítico sobre el uso que debemos hacer de las tecnologías; pues debemos valorar que más allá de éstas hay un mundo que nos aguarda.


Por último, a continuación os invitamos a visualizar el siguiente vídeo, el cual refleja la idea que hemos querido transmitir a lo largo de esta entrada.



Tania y Valeria


sábado, 14 de abril de 2012

Registro Inoportuno


Nombre, apellidos, sexo, fecha de nacimiento, localidad…

Palabras que pueden definir quiénes somos.

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Por AdminGreen
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Datos que para algunos son insignificantes y que en apariencia abren muchas puertas.

Información que puede beneficiar a muchas personas… a nuestra costa.

Este es el resumen de la acción de suscribirse a una página web o de inscribirse en cualquier red social.

No obstante, muchas personas no son conscientes de lo que supone  entregar estos datos, y esa casilla que continúa con la “frase”: Conozco y acepto la política de privacidad, es marcada por la gran mayoría sin pararse a leer lo que hay detrás de la misma.

A la hora de emplear las TIC en la educación nos toparemos en numerosas ocasiones con la necesidad de dar nuestros datos y que los alumnos aporten los suyos con tal de acceder a ciertas herramientas.

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Por planeta
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En este punto volvemos a mostrar nuestra total discrepancia como ya hicimos en la entrada anterior, pero dejando a un lado eso… ¿Realmente son conscientes los docentes de qué arriesgan los alumnos con esas inscripciones? ¿Qué clase de privacidad posee esa página web?, ¿A qué le autoriza la ley?... Muchas preguntas y lo cierto es que muchos de estos maestros, al igual que harán en su casa, marcarán la conocida casilla sin más y harán que los alumnos hagan “clic” también en ella.

Con suerte habrá algún alumno preocupado que se pregunte qué hay tras esa “frase”, y que o seguirá las instrucciones del maestro e ignorará su duda con tal de aprobar; será sometido a burla por parte de sus compañeros por ser una “tontería” o que en el mejor pero improbable caso le preguntará al profesor quien le obligará con cualquier excusa a aceptar tal condición.

Recapacitemos: La función del maestro es estar informado, informar a los alumnos y enseñar a los alumnos a informarse.

Por tanto…

Si en algún momento nos vemos obligados a introducir a nuestros alumnos por la vía personal a Internet…

¡Leamos antes de aceptar! ¡Hagamos que los alumnos lean antes de aceptar!

Y aceptemos sólo cuando estemos de acuerdo, cuando los alumnos estén de acuerdo, cuando estemos verdaderamente informados.

Sólo si hacemos esto, evitaremos que Internet nos domine, que las empresas que lo dirigen nos manipulen y que nuestros alumnos sean de esos que aceptan sin pensar.

Nosotras seguiremos siendo las “tontas” que hacen la “tontería” de leer antes de aceptar. Pero eso sí, ¡a mucha honra!


Tania y Valeria



jueves, 5 de abril de 2012

Pagar o no pagar... ¡Esa es la cuestión!


Retomando el tema en el que nos centramos la semana anterior se nos han presentando una serie de cuestiones que nos gustaría comentar. ¿Quién sabe? Puede que algunos de vosotros también os las hayáis planteado.

Como ya dijimos, existen numerosos softwares y aplicaciones, online y offline, destinados a la educación o que podrían enfocarse a dicho ámbito…; y muchas de las cuales todavía no son lo suficientemente conocidas.

Pues bien, la mayoría de estas herramientas suelen caracterizarse por poseer distintos tipos de cuentas, de modo que la manera de acceder a ellas podrá ser gratuita o pagando. Así, encontramos algunas como Spotify, Flickr, Slideshare o Dipity. Lo que caracteriza a éstas es que a simple vista tienen una función educativa o, al menos, podrían emplearse en la educación, pero para acceder a ellas con total libertad y trabajar de modo completo en el aula necesitaríamos conseguir una cuenta de pago. Esto dificulta el trabajo con las mismas, puesto que no muchos centros están dispuestos a pagar o tienen el dinero necesario para hacerlo.

Por otro lado, encontramos otras muchas como son Pixton, Animoto, Glogster o Go! Animate; todas ellas con distintos tipos de cuentas: gratuitas y de pago. La cualidad que las hace destacar es que poseen cuentas específicas para uso educativo, para lo cual es necesario ser profesor. El inconveniente es que hasta para conseguir una cuenta con la intención de educar es necesario pagar.

Existen otras. Prezi y Storybird son algunas de ellas, aunque las menos numerosas. La primera, aunque posee una serie diversa de cuentas gratuitas y de pago, se diferencia del resto por la existencia de una cuenta gratuita de uso educativo. La segunda, aunque tiene diversas cuentas, estas son gratuitas y van destinadas total y completamente a la educación, ya sea dentro o fuera del aula.

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Por pioforsky
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Así pues, no volvemos a encontrar en una encrucijada que puede que muchos de vosotros hayáis ido hilando a medida que hemos avanzado en esta entrada. Es evidente que deben existir cuentas de pago, porque sino las empresas creadoras no obtendrían beneficios, pudiendo ser la mayoría con fines lucrativos o de negocios; y también es lógico que existan cuentas gratuitas, aunque con ciertas limitaciones, para la gente de a pie o para aquellas personas que prefieren probar la herramienta antes de pagar por ella. Ahora bien, lo que nos sorprende es que sólo algunas de ellas poseen cuentas destinadas al uso educativo, y aun nos extraña más, que muy pocas proporcionen estas cuentas como gratuitas.

Sinceramente, qué obtienen las empresas con estas cuentas de pago destinadas a escuelas, cuando pocos colegios pueden permitírselo. Si lo que quieren es obtener beneficios, que regalen dichas cuentas a los centros escolares, así, al menos, obtendrán una publicidad positiva que aumentará el uso de las herramientas por otros usuarios, tales como empresarios, quienes sí que podrán y estarán dispuestos a pagar por una de sus cuentas.

Otro detalle. ¿Por qué estas herramientas destinadas, supuestamente, a mejorar la educación precisan de un registro desde alguna red social en su mayoría? ¿Es cierto que están destinadas al aprendizaje de niños y niñas de primaria? ¿Esos niños a los que intentamos mantener lo más alejados posibles de esas redes sociales tan poco apropiadas para ellos?

Tal vez no estén destinadas a la educación como aparentan. Y como siempre volvemos al mismo punto de partida. Si las empresas que han diseñado una herramienta, la venden a una escuela, cuyos alumnos necesitan de una cuenta de facebook para acceder, hay muchas más empresas que se benefician. Y no vale la excusa de… “ya pero para registrarse hay que tener un mínimo de edad”. Y eso qué importa, ¿acaso el ordenador sabe que la persona que escribe miente? Y habrá quien diga: “Pero si se sabe que es menor puede denunciarse y eliminaran su cuenta”. Claro, pero… ¿acaso el niño no puede hacerse otra cuenta de correo y crear una nueva cuenta en dicha página o red social.

El problema al que nos remitimos es que siempre saldrá alguien beneficiado, sin duda, pero pocas veces serán las escuelas, los alumnos o la educación. Los beneficios van al bolsillo y al banco de unos pocos, y lo peor es que somos nosotros, los afectados, quienes les proporcionamos sus ganancias.

Por desgracia, sino pagamos no podemos lograr esos recursos que la Ley dice que debemos emplear en la educación para que los alumnos posean conocimientos sobre las Nuevas Tecnologías, empleen las TIC con soltura y consigan un aprendizaje significativo. No se ofendan, pero… ¿podemos reírnos?

En resumen, sea como sea, la Ley nos obliga, las empresas nos obligan y nuestra vocación de maestro nos obliga. Al final, los más perjudicados son los niños y niñas, esas personitas que representan el futuro y a los cuales les dejamos sin oportunidades, sin recursos y sin ganas de aprender.

¿Podremos cambiar esto?

Nuestra respuesta: “Esperemos que algún día”.


Tania y Valeria


jueves, 29 de marzo de 2012

El saber mueve el mundo... o eso creíamos


Época de descargas “gratuitas” y directas, visionados online y miles de opciones a través de Internet que nos ahorran mucho dinero a los consumidores.

No obstante, todos sabemos que éstas son acciones prohibidas por la Ley donde siempre están presentes los Derechos de Autor y esa conocida Licencia que pasa de ser Gratuita a ser de Pago en tan sólo unos instantes.

Gracias al cielo, algunas personas se han dado cuenta de que existen recursos en Internet que son necesarios y muy útiles para millones de personas y que el hecho de impedir su uso provoca su adquisición por otros medios.

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Por Jayel Aheram
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Es así como surge Creative Commons una organización sin ánimo de lucro, que logra inspirar a otros países como es el caso de España. Se inicia así un nuevo tipo de licencia que ofrece la posibilidad de aprehender los videos, las imágenes… elaborados por otras personas y emplearlos para tus propias necesidades siempre y cuando atendamos al tipo de Creative Common, identifiquemos al autor del recurso empleado y la fuente de donde ha sido extraído.

Hay diversos tipos de condiciones dentro de las Licencias, que combinadas dan lugar a los Creative Commons. Estas son:



- Reconocimiento (Attribution): En cualquier explotación de la obra autorizada por la licencia hará falta reconocer la autoría.

- No Comercial (Non Comercial): La explotación de la obra queda limitada a usos no comerciales.

- Sin Obras Derivadas (No Derivate Works): La autorización para explotar la obra no incluye la transformación para crear una obra derivada.

- Compartir Igual (Share Alike): La explotación autorizada incluye la creación de obras derivadas siempre que mantengan la misma licencia al ser divulgadas.

Una vez aprendido qué son y para qué sirven hemos de plantearnos algunas cuestiones:

Por un lado, sin duda, es un enorme paso el hecho de empezar a comprender que Internet es un recurso que debemos emplear para ampliar nuestro conocimiento y que una de sus posibilidades es transmitir nuestros propios recursos y conocimientos al resto del mundo, dándoles la oportunidad a otros de que aprendan de ello, creen nuevos conocimientos y también los transmitan. Favoreciendo así, al propio ámbito educativo, pues facilita a las escuelas y alumnos el acceso a miles de materiales que de otro modo no podrían manejar.

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Por Funka-Lerete
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Una gran iniciativa que demuestra que no todo el mundo piensa únicamente en el beneficio económico que podemos adquirir con nuestros materiales, sino que existe gente que opina que más allá del dinero, por un nivel extremadamente superior, existe el conocimiento, el saber y el aprendizaje.

No obstante, los Creative Commons todavía es algo novedoso que no todo el mundo conoce, emplea o está interesado en conocer y emplear. Aunque sea una propuesta  interesante y que debamos plantearnos, continuamos viviendo en una sociedad materialista y capitalista, que olvida que el saber mueve el mundo. Una sociedad cuya mente es movida por el dinero.

Todavía queda un largo camino para concienciar a la sociedad y hacerles ver que compartir, ese valor que intentaron inculcarnos desde pequeños no es algo malo, sino que puede favorecer el desarrollo, el aprendizaje y la evolución de nuestra sociedad.

Deberemos seguir esperando, como es costumbre…


Tania y Valeria


NOTA: Información extraída de la página web oficial de Creative Commons en España.



martes, 27 de marzo de 2012

Profundizando...

En esta ocasión os traemos, mediante la herramienta Slideshare, un estudio que hemos elaborado sobre un software conocido como EdiLIM.Éste es más concretamente un editor de libros interactivos. 


Tras la investigación que hemos llevado a cabo sobre EdiLIM hemos extraído diversas conclusiones. Así pues, esperamos os sea útil tanto el conocimiento de esta herramienta como los ejemplos de aplicaciones que posee y las fuentes que nos han proporcionado la información.


¡Un saludo!


Tania y Valeria

jueves, 22 de marzo de 2012

Llueven Herramientas. Todo son Problemas


El cambio tecnológico y la nueva educación han propiciado la aparición de numerosas herramientas, software, sistemas operativos y aplicaciones, que se pueden destinar o que ya se han destinado al ámbito educativo.

Nombres como Hot Potatoes, EdiLIM, JClic… llenan las listas de editores de libros interactivos, que podríamos resumirlo diciendo que son como libros de texto impresos, pero en la pantalla de un ordenador, básicamente.

Otros como Go! Animate, Animoto, Screenr, Edutube… nos dirigen a la creación de vídeos, grabaciones de pantalla o localizadores de vídeos, que pueden facilitar la tarea del docente. ¿Cómo? Con la posibilidad de mostrar un vídeo y reducir el tiempo de explicación.

Algunos como Spotify, Podcast… nos permiten acceder a archivos de música o crear nuestros propios archivos de audio.

Existen muchos otros como los Códigos QR tan empleaos en el mercado y el comercio; Pixton, con el que se pueden crear comics a través de Internet; Prezi, una especie del conocido Power Point pero elaborado sobre un único lienzo o El Kiosko de las Chuches, una página web donde se recopilan enlaces a diferentes aplicaciones y temas de educación.

En fin, aunque nos paremos aquí no quiere decir que estas sean las últimas, todo lo contrario, existe tal variedad que si continuásemos esta entrada tal vez nunca acabaría. Por ello, vamos a partir de las herramientas aquí mencionadas para fijarnos en un pequeño detalle:

¿Cómo emplear todas estas aplicaciones de una manera constructivista donde el aprendizaje no se base en una lección magistral y sea el alumno quien elabore su propio conocimiento, si la mayoría de ellas tienen un uso bastante escueto, cerrado y concreto?

La respuesta, bueno, recordáis que hace poco sacamos a relucir la importancia de trabajar la creatividad en el alumnado, pues… los maestros deberemos sacar nuestros pinceles y acuarelas y comenzar a imaginar, comenzando nosotros como artistas, para transmitir estas mismas cualidades a los alumnos.

Es una tarea bastante ardua, teniendo en cuenta que aunque nosotros debamos trabajar la creatividad, pocas veces han hecho eso con nosotros, con lo cual no enfrentamos a la doble tarea de desarrollar la creatividad en nosotros y en 25 alumnos más. Suena fácil, ¿verdad?

Y no sólo nos debemos detener ahí. Pensemos por un instante:  El Gobierno, los Ministerios, Concejalías, Juntas… promueven constantemente y hasta la saciedad la necesidad de lograr una educación basada en el aprendizaje significativo, donde se trabaje con las Nuevas Tecnologías y que estas sean variadas, pero… ¿nos facilitan en algún momento posibles actividades o puestas en prácticas de todas las herramientas mencionadas anteriormente? 

Sí, nos facilitan, no de todas, desde luego, puede que sobretodo de las referentes a editores de libros, pero se contradicen proporcionándonos actividades conductistas y repetitivas que llegan a aburrir al alumno, al profesor y hasta al ordenador. Se olvidan de que existen muchas más aplicaciones de las que ellos sólo conocen, porque pocos se paran a intentar ponerse al día de las tecnologías que conocen y pueden llegar a usar los alumnos.

De este modo, nos encontramos en una pequeña encrucijada: nos exigen enseñar partiendo de la creatividad, el aprendizaje significativo y las nuevas tecnologías. Nos proporcionan herramientas mínimas, aplicaciones conductistas y ellos no se molestaron en dedicarse a desarrollar nuestra creatividad.

Y llegará el momento en que nos encontraremos frente a una clase de 25 o 30 alumnos, puede que con ganas de aprender o prácticamente desmotivados, esto dependerá del curso y los docentes que nos hayan precedido; con pocas ganas estudiar y sin ánimo de prestar atención a ese nuevo maestro que seguramente les suelte el mismo rollo y los evalúe con un examen. Y nosotros en ese instante deberemos ser conscientes realmente de a qué nos enfrentamos, deberemos desenvainar todas nuestras armas, nuestra creatividad e imaginación, utilizar lápices, papel, bolígrafos, ordenador, pizarra tradicional, pizarra digital, Hot Potatoes, Realidad Aumentada, Museos Virtuales, Spotify, Animoto… meterlo en una coctelera y diseñar una serie de refrescos energéticos cargados de conocimientos y motivación. Y, todo ello, con una serie de recursos sumamente limitados, ganas de enseñar y paciencia, mucha paciencia.


Es cierto que ejercer la docencia con este planteamiento se vuelve, complicado no, casi imposible, pero pensemos que ser maestro es una vocación y que si actuamos de un determinado modo y no de otro, no es porque nos lo ordenen, sino porque nosotros somos la esperanza de que esos niños no aborrezcan la escuela, los libros y el simple hecho de aprender. 

Porque sabemos lo importante que será para su futuro conocer los usos de la información y las tecnologías. 

Y, porque puede que un día alguno de esos niños ocupe nuestro lugar en la profesión y, sinceramente, por lo que a nosotras respecta, sería un honor que tomará ejemplo de nosotros no aprendiendo como es habitual sobre “Cómo no ejercer la docencia” sino “Cómo ser un verdadero maestro”.


Tania y Valeria



sábado, 17 de marzo de 2012

Nueva Educación. Nuevos Aprendizajes... pero ¿apropiados?

Nueva época. Nuevas tendencias. Nuevos alumnos. Nuevos recursos. Nueva educación.

En definitiva, miles de novedades que colman la sociedad de hoy día. Nuestra mayor preocupación: las escuelas, los estudiantes y lo que resulte de ambos el día de mañana.

Todos estos cambios han originado nuevos métodos de enseñanza centrados en el uso de las tecnologías, aunque de un modo bastante diferente del que hayamos podido comentar hasta ahora.

Así pues, los podemos resumir en tres estilos de aprendizaje: e-learning, b-learning y m-learning.

El e-learning abreviatura de Electronic Learning o, Aprendizaje Electrónico, se caracteriza por ser un aprendizaje a distancia, empleando las tecnologías como fuente de conexión entre docente y alumno. De este modo, el aprendizaje se basa en la Web, los ordenadores, los salones de clases virtuales y el trabajo en grupo. Por ello, podríamos calificar de este tipo de enseñanza como on-line.

Es cierto que podemos destacar numerosas ventajas, entre ellas: la reducción de costes, puesto que no supondrá los mismos gastos un aprendizaje a distancia que uno presencial; puedes realizar otras tareas mientras estudias, e incluso puedes combinar el trabajo y el estudio. No obstante, donde hay un pro, suele haber un contra, de este modo, debemos mencionar que el lazo afectivo tan característico entre maestro y alumno no llega a generarse nunca, por no hablar del hecho de que en la clase se seguirá un ritmo y un nivel concretos, por lo que, aquel que vaya por detrás deberá adaptarse a las exigencia que se le impongan.

En cuanto al b-learning, también conocido como Blended Learning o Aprendizaje Combinado, podemos intuir por su nombre de qué se trata. Pues bien, como su denominación indica, se trata de una combinación del e-learning (aprendizaje a distancia) y de la enseñanza presencial. No obstante, a pesar de eso, se sigue manteniendo el uso de las tecnologías, por lo que de este modo reúne las ventajas del e-learning, y soluciona las desventajas, puesto que al asistir a clase presencial el lazo afectivo puede llegar a formarse aunque puede resultar dificultoso, ya que no se matienen las mismas horas de estudios presenciales que en un aula corriente y, cierto es, que el profesor puede intentar detenerse en esos alumnos que requieran mayor atención, prestando una enseñanza más individualizada.

Por último, el m-learning, cuyo nombre completo es Mobile Learning o Aprendizaje Móvil, combina tanto el e-learning, ya que el aprendizaje puede realizarse a distancia; como el b-learning, pues la enseñanza puede ser semipresencial. La novedad que incluye es que el aprendizaje puede llevarse consigo, esto es, a través de dispositivos tecnológicos tales como: ordenadores tanto personales como portátiles (lap-top), PDA, Tablet PC, Móviles, MP3, GPS... Posiblemente la mayor desventaja de este aprendizaje sea la introducción y permiso de todas esas herramientas en el aula, pues ¿se permitiría a un alumno tener su móvil, PDA o MP3 encendido en el aula mientras se da la clase?

Sin duda, cuando una nueva época da comienzo nos vemos en la obligación de realizar ciertos cambios para adaptarnos a ella de la mejor manera posible y con los resultados más óptimos que podamos lograr, pero... Pensémoslo seriamente: ¿realmente podemos incluir estos tipos de aprendizaje en la Educación Primaria?

Por un lado, la socialización cara a cara es indispensable en esos alumnos, por lo que el e-learning y su variante del m-learning, estarían descartados.

Y en el caso de la educación semipresencial, si el alumno debe asistir a algunas clases y otras las debe hacer a distancia, ¿cómo deberían repartirse los padres, madres o tutores de estos alumnos para poder estar en casa mientras ellos realizan su aprendizaje a distancia? ¿Dejarían de trabajar o dejar sus obligaciones de lado? ¿O mejor aún, dejarían a sus hijos con todos esos dispositivos solos mientras realizan dichos estudios?

El m-learning, tal vez se torne más factible sino incluyésemos en él el e-learning y el b-learning, porque, evidentemente, las nuevas tecnologías están para emplearlas en nuestro beneficio y ¿qué mejor beneficio que la educación? Pero, ¿realmente está nuestra sociedad lista para permitir a sus alumnos corretear por el aula con sus propias Tablet, MP3 o Móviles? Y hablo de nuestra sociedad refiriéndome a España, pues en algunos lugares de Reino Unido ya se ha comenzado a aplicar. O, ¿realmente podríamos permitirnos el poseer uno de esos dispositivos para cada alumno?.

Supongo que aunque los cambios se hacen necesarios y a veces son inevitables, en ocasiones no estamos preparados para algunos de ellos. Dichos estilos de aprendizaje se pueden considerar en adultos que ya recibieron una educación en la escuela, que ahora tienen, trabajo, hijos... y que quieren continuar su carrera, porque una de las grandes ventajas es la libertad de horarios.

Pero, cuando se trata de niños y niñas de entre 7 y 12 años... Cómo podemos separarlos de otros niños de su edad, impedirles esas relaciones, esos momentos en el patio de recreo, esas charlas y debates guiados por el maestro que interacciona con ellos y que en la mayoría de ocasiones supone el mayor apoyo que poseen los alumnos en el aula, confiando en él y en su palabra.

Sin duda, otro gran debate. ¿Debemos permitir que las nuevas tecnologías se coman las vidas e infancia de nuestros estudiantes de primaria o seguimos anclados en el pasado eludiendo los cambios?

En nuestra opinión, podríamos rebatir dichas preguntas con otra pregunta: ¿Y por qué no mantener esa educación "anticuada" pero permitiendo todas esas nuevas tecnologías y dispositivos en el aula?

En este caso, nos encontraríamos inmersos en la gran discusión de siempre: falta de recursos, metodologías pasadas y mentes cuadriculadas.


Tania y Valeria



jueves, 8 de marzo de 2012

Para actuar sin pensar... ¡mejor no actuar!


“¿Lo habéis entendido?” – pregunta el maestro.

 “¡Sí!” – responden algunos, otros callan, otros no escuchan y otros comienzan a escuchar.

“Muy bien. Pues pasemos al siguiente punto del tema” – continúa el maestro.

Esta es una escena que sucede diariamente en las escuelas.

Nos conformamos con un “sí” a dos voces, en lugar de preocuparnos en saber por qué ese “sí” no ha sido pronunciado por las 25 que hay en el aula.

Nos preocupamos en avanzar temario y en lograr terminar todas las unidades para cumplir los objetivos y los contenidos establecidos por la legislación.

Pero no tenemos suficiente con este hecho ante el que, en cierto modo, estamos obcecados, sino que se llega al extremo de su gravedad al pretender comprobar el aprendizaje de los alumnos mediante un examen “memorístico”.

Qué se consigue con todo esto: niños con un mar de dudas sin resolver, niños aburridos que no quieren aprender.

Pero… ¿Verdaderamente lo han comprendido? ¿Lo han asimilado? ¿Hemos despertado en ellos el interés? ¿Lo han relacionado con sus conocimientos previos? ¿Saben la utilidad que podrían darle a ese conocimiento fuera de la escuela? ¿Les hemos aportado algo verdaderamente  útil o sólo dosis ingentes de nueva información?

Son preguntas que la mayoría de veces, por desgracia, no llegan a ser respondidas o no nos preocupamos en responder.

Puede que sea uno de cada cinco docentes los que se pregunten… ¿lo estoy haciendo bien? La respuesta a la que lleguen en el mejor de los casos será dudosa, pero ante la presión del entorno cederá a la misma y continuará llevando a cabo la misma actuación en el aula. Y en el peor de los casos… no queráis saberlo.

Luego nos preguntamos por qué hay fracaso escolar… ¡Qué ironía!

Sin embargo, no hay que tirar la toalla… hasta en el pozo más oscuro puede verse un pequeño atisbo de luz.

Sólo es necesario tener unas dosis de interés y preocupación tanto por la enseñanza, el aprendizaje, los alumnos y tu profesión como maestro. De ese modo, podremos encontrar alternativas a esta enseñanza anticuada y poco didáctica que debe ser substituida por una educación más adecuada a los nuevos tiempos y necesidades de los alumnos. Surge así, la llamada Investigación-Acción.

La función de esta nueva metodología es clara, investigaremos qué sucede en las aulas para saber cómo actuar en las aulas. Aprenderán partiendo de lo que les gusta, callaremos mientras ellos hablan, prestaremos atención a lo que nos tengan que decir, pero sobretodo, escucharemos sus silencios; pues aquel que calla, una de dos,  o no entiende algo o sabe demasiado, sea cual sea la razón es necesario interpretarlo para aportarle aquello que reclama a gritos.

Para lograr que la Investigación-Acción tenga efectos positivos en la educación en las aulas, será imprescindible que el propio profesor realice esa actuación y ponga en práctica esa palabra que tanto temen algunos: Autoevaluación. ¿Por qué les horroriza? ¿Por qué la eluden? Preguntas sin respuesta, en realidad, pues la autoevaluación no es más que la capacidad de reconocer tus errores, corregirlos, encontrar alternativas más prácticas y satisfactorias, y lograr, de este modo, aquello que pretendes conseguir en el nivel más óptimo posible.

Por todo esto, sólo podemos decir que… Investigamos y actuamos, pero una vez actuado debemos volver a investigar, pues será el modo de llegar a asentarnos como buenos maestros, y lograr formar así a buenos alumnos, buenos ciudadanos, buenas personas…


Tania y Valeria